Sin novedad

Sabes lo mucho que te extraño desde el otro extremo de la distancia que nos has impuesto. No es que no entienda por qué lo haces, pero sigue siendo difícil de digerir. ¿Qué sigue? ¿Jugar a dejar que el tiempo haga lo suyo? Espero que no estés intentando comprarte eso, porque sabes que no funcionará. Puedes pasarte la vida entera cambiando de escondite, poniéndole más ladrillos a tu muro, resignándote a que es lo que hay, pero eso no cambia las cosas.

Sé que no debería siquiera escribir sobre esto, pero no puedo simplemente encerrarme, y hacer como que nada pasó, porque créeme: sigue pasando. No, no es una 'espinita' ni un 'pendiente', no es como uno de ésos propósitos dicharacheros y ambigüos que se pueden postergar cada vez que sea necesario. Ya no ocupamos preguntas, reclamos, promesas, excusas. Sabes pefectamente a qué me refiero.

Los botones para 'publicar' y 'borrar' esta entrada, están uno al lado del otro. Normalmente dudaría entre estas dos opciones, porque sé que lo que decida no hace ninguna diferencia, y porque sabes que a ratos me agobia seguir en el limbo de lo tácito. Pero esta vez no escribo por desahogo, escribo porque sé que aunque no lo admitas, de cuando en cuando me lees.

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