3 (tres)

III.

Podría sin duda pretender
que las cosas no suceden
o mejor dicho, que sólo ocurren en mi mente.

Puedo hacer como que trato
de evitar que se me salgan de control,
y de todas formas te me escapas de las manos.

Por un momento tuve todo;
aunque hice como pude por quejarme
de lo poco que quedaba

y entonces,

comenzó de nuevo el juego
donde un día te apareces de la nada,
y al siguiente te evaporas como el agua.


De menos

Sé que no lo parece, pero en verdad te echo de menos. Es cierto que desde un tiempo antes, temí el duro golpe que sería, y estuve tratando de prepararme para que tu partida no doliera tanto. Y realmente funcionó; el escudo que me puse detuvo todo obús, grande o pequeño, inmediato o tardío que apuntó hacia mí. Decidí no quebrarme en ningún momento. Y no lo hice.

Espero

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.


¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada


Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).


Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Amén que de pronto se pone más emo de lo que puedo soportar, es un hecho que en ocasiones, Sabines tiene textos muy precisos. :)