III.
Podría sin duda pretender
que las cosas no suceden
o mejor dicho, que sólo ocurren en mi mente.
Puedo hacer como que trato
de evitar que se me salgan de control,
y de todas formas te me escapas de las manos.
Por un momento tuve todo;
aunque hice como pude por quejarme
de lo poco que quedaba
y entonces,
comenzó de nuevo el juego
donde un día te apareces de la nada,
y al siguiente te evaporas como el agua.
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