¿Quién se sienta a escribir en un blog en pleno 2024? Nadie, al parecer. O no. Quizá mucha gente lo sigue haciendo, porque de algún modo esta plataforma sigue viva. Otra vez vine a escribir porque necesitaba hacerlo. Otra vez necesité sacar de mi pechito muchas cosas que se me han ido juntando. Debo decir (y la cronología me respalda) que ya tenía mucho rato sin sentir esa necesidad imperiosa de escribir. No sé si porque estos últimos años sentí que sí tenía a quién contarle mis cosas, o me compré mucho esa idea reciente de que las redes (como todos los lugares con demasiada gente) no son sitios particularmente buenos para la salud del estado de ánimo.