Temporal

A veces tengo ganas de besarte
y dejar que la tormenta se desate;
Pero en vez de eso,
sólo llega una tímida llovizna.

Es así.
Cuando has estado en el desierto,
hasta una lágrima basta
para calmar la sed.

Circunloquios (VII)

Y de pronto se esfuma la palabra,
se termina el trazo de un dibujo abstracto
que no sabe por dónde seguir

(al igual que el viento que sólo sopla
sin saber su origen ni destino).

Señalamos ese punto pequeño
al que llamas horizonte y yo llamo esperanza
en donde quedamos de vernos

(como cuando discutimos si el reloj
camina continuamente o a saltos).


Navegamos por las aguas tranquilas
del silencio intermitente que conduce a la memoria
a la que llegamos sigilosos

(como cuando nos mentimos lo indispensable
para no despertar a los recuerdos).

Ecos del big bang que continúa
alejándonos y enfriándonos, dibujando las elipses
de lo que llamamos atracción

(y en cuyo solsticio
brota a ratos la añoranza).

cinco minutos antes
de que el olvido necesario nos regrese
a morir lentamente en donde estamos

(por instinto de supervivencia).