Fragmentos [...]

Tengo el viejo cuaderno en mis manos, y cada vez me aferro menos a la intención de llevar las cosas con el más mínimo orden cronológico. Tengo textos claramente fechados, otros completamente ambiguos, y unos más que aunque por la tinta sé que escribí hace tiempo, no han dejado de ser vigentes. Creo que lo que más me asusta de los dragones, es el hecho de mirarlos, y saber que no existen en realidad...

Razones

Hay muchas formas de ver el mundo. Lo malo de ser racional, es que a veces la razón es abrumadora. La imaginación puede ser una salida, pero requiere la dosis exacta para ser un bálsamo y no terminar convirtiéndose en un opio que a la postre te consume. O cuando menos te aparta.

Imaginación y realidad fluyen en ámbitos paralelos que a veces se tocan. Imaginas demasiado, y la realidad aparece puntiaguda y filosa. Razonas demasiado, y la imaginación se aparece por allí, haciéndote creer que todo es posible, pero recordándote sutilmente lo que no tienes. Hallar el equilibrio en eso, es algo más sencillo de decir que de hacer. El hombre racional, se adapta al medio, y se ajusta a lo que tiene. El hombre irracional, pretende cambiar el entorno para que se ajuste a sus necesidades. El progreso de la humanidad, ha dependido siempre de todos esos irracionales que tienen éxito.