Desierto tiempo

Dicen que cuando conoces al amor de tu vida el tiempo se detiene. Y es verdad; lo que no te dicen es que cuando el tiempo inicia otra vez, se mueve más rápido para compensar.

El tiempo suele ser la medicina con el sabor más desagradable; partiendo del hecho de que uno no la toma ni por prescripción, y mucho menos bajo vigilancia, nunca se sabe con certeza hace cuánto que caducó como remedio.

Otro día transcurre, y de nuevo quiero creer que de no consumirlo, el tiempo se consumirá por sí solo. Y de nuevo, me quedaré con las manos vacías para llevármelas al rostro, y tocar el rictus que no por no querer mirar, desconozco del todo.